
El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís definió a la inmigración como un “fenómeno”, no como un “problema”, ya que según él, es un fenómeno que tiene que ver con la guerra, la pobreza y la desigualdad.
El mandatario, pidió a los países vecinos de Centroamérica crear una “política regional” intentar ordenar los flujos migratorios, ponerle alto al tráfico humano y así como facilitar un tránsito lo más seguro posible.
“No es un problema mío, es un problemas nuestro” expreso, el presidente costarricense.
Respecto a las relaciones bilaterales de Costa Rica con Estados Unidos, afirmó que son “aliados y amigos”, con una cooperación muy intensa en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Informo que su país y Panamá confiscan más droga que México y el resto de Centroamérica juntos.
Además agrego que de seguir en aumento las deportaciones por parte de la política migratoria que defiende el presidente estadounidense, Donald Trump y a la vez se cuestionar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta) pueden llevar a que existan tensiones en la relación, sobre todo con el llamado Triángulo Norte que esta conformado por El Salvador, Honduras y Guatemala.
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