
El Juzgado Cuarto de Instrucción de San Salvador dejó sin efecto el sobreseimiento definitivo decretado a favor del capitán Álvaro Saravia, acusado del asesinato del beato Óscar Arnulfo Romero en 1980.
El caso de monseñor Romero fue aplicado dentro de la denominada Ley de Amnistía de Consolidación para la Paz, aprobada mediante decreto legislativo número 486 de 1993. Saravia obtuvo el sobreseimiento definitivo de forma automática.
El juez Rigoberto Chicas, en su resolución consideró, que es de carácter obligatorio que el juzgador acate la sentencia para garantizar los derechos fundamentales de las víctimas en los crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. Además, debe garantizarse una reparación integral, una compensación de los daños ocasionados, la indemnización de daños y perjuicios y el conocimiento público de la verdad, entre otras consideraciones.
“La Ley de Amnistía fue una de las herramientas a que se acudió y cuyos efectos aluden a la no persecución penal de sus actores, derecho a la justicia, verdad y reparación de la victimas de graves violaciones… Por lo tanto, esta ley alude más al olvido de los delitos cometidos antes que el perdón por una responsabilidad penal”, expresó Chicas.
Aunque Saravia es el único procesado judicialmente, la Comisión de la Verdad que se creó luego del fin de la guerra Civil estableció que el asesinado de Romero fue planeado y ordenado por el Mayor d’Aubuisson, fundador del partido ARENA.
Oscar Arnulfo Romero, fue asesinado el 24 de marzo de 1980 aproximadamente a las 6:30 de la tarde mientras oficiaba una misa en la Capilla del Hospital Divina Providencia, de San Salvador.
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