Un chef australiano, mató a su novia, la descuartizó y la cocinó para intentar deshacerse del cuerpo.

La policía de Brisbane encontró a Marcus Volke cocinando un pie de “la joven” y aprovechó un descuido de los agentes para suicidarse tirándose por la ventana. Ahora el caso llega a los juzgados para determinar si los agentes actuaron negligentemente.

“Había un mal olor, era un olor que no había olido nunca antes y que no podría describir”, narró uno de los policías que descubrió la escena.

Un electricista que acudió a arreglar la cocina de Markus Volke y su novia Mayang Prasetyo, avisó a la policía al detectar el olor. El joven se excusó diciéndole que estaba guisando carne de cerdo. Los agentes encontraron un pie de la joven en una olla con agua hirviendo. Volke había matado, descuartizado y pretendía deshacerse del cuerpo de su novia concinandolo.

Los agentes explicaron que había sangre en la nevera y el cuerpo de la chica descuartizado en la lavadora. Al principio llegaron a pensar que se trataba de una broma macabra pero al comprobar el interior de la olla se dieron cuenta del horror que se había vivido en la casa.

Mayang Prasetyo, de origen indonesio, había trabajado como prostituta y Markus también había sido gigoló. Ahí fue cuando se conocieron. Según la publicación de periódico local ambos discutieron y ella le amenazó a él con contar a su familia su pasado en la prostitución si la dejaba.

De acuerdo con el medio local un juzgado en Bribane abrirá una investigación para determinar si el suicidio del joven fue a causa de negligencia por parte de los agentes.