
Las gigantescas crecidas han provocado la muerte de al menos dos personas mientras 20 más se han reportado como desaparecidas en la zona del sudoeste de Japón.
Precipitaciones de una magnitud sin precedentes generaron fuertes corrientes de agua que arrasaron carreteras, viviendas y escuelas a su paso.
“20 personas están desaparecidas”, anunció el portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga.
Suga añadio que alrededor de 7.800 policías, socorristas y soldados habían sido desplegados en las zonas afectadas para rescatar a personas bloqueadas por la crecida y evacuarlas de la zona amenazada con aludes, incluso por helicóptero.
El vice primer ministro, Taro Aso, declaró en una reunión ministerial de urgencia, en ausencia del jefe de Gobierno, que el país se encuentra en una grave situación.
“Todavía pueden ocurrir aludes y muchas personas siguen desaparecidas”, explicó Aso.
El funcionario dijo que entre los desapracidos se encuentran varios niños. Las provincias más afectadas han sido Fukuoka y Oita, en la isla meridional de Kyushu, a 900 kilómetros de Tokio, que recibieron 540 milímetros de precipitaciones en 24 horas, el equivalente de 45 días en temporada de lluvias.
Las abundantes precipitaciones deberían continuar azotando la región durante las próximas horas, indicó la agencia japonesa de meteorología. Pero las autoridades reemplazaron el nivel de alerta “especial” por otros más bajos en el transcurso de este jueves.
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