
Debido a su gran fuerza, Irma se ha manifestado en aparatos que no están preparados para captar huracanes.
Stephen Hicks, sismólogo del Centro Nacional de Oceanografía de Southampton, ha señalado que las grabaciones del sismómetro en Guadalupe, una isla al sur del Caribe, muestran la llegada de Irma hacia las Antillas Menores.
Este tipo de aparatos no están preparados para captar un huracán, pero en esta ocasión sí han sido capaces debido al ruido de fondo que presenta Irma: la tremenda fuerza de sus vientos está provocando que los árboles se muevan y que las olas en el océano se estrellen con mucha violencia. Un comportamiento inusual que muestra la amenaza que se aproxima, tal y como cuenta Independent.
Debido a su gran tamaño y potencia se espera que haya también un clima muy peligroso hasta a 300 kilómetros de distancia de la pared del ojo del huracán, donde se localizan los vientos más fuertes. Por el momento su ojo ciclónico avanza a unos 25 kilómetros por hora, por lo que se espera que llegue a Estados Unidos el viernes.
Desde ahí su ruta es una incógnita, ya que es imposible predecir el rumbo de los huracanes más allá de 72 horas. Tras llegar a Florida podría seguir su rumbo hacia el golfo de México o bien virar hacia el norte y alejarse del país.
Por el momento Puerto Rico, Islas Vírgenes, Florida o Cuba están en alerta máxima y ya se están preparando para la llegada de Irma, mientras que en Haití o Santo Domingo, que sufrieron duramente el huracán Matthew en 2016, hay mucha preocupación.
En San Bartolomé, una isla caribeña, Irma parece haber destrozado la estación meteorológica, ya que no se han recibido datos de ella desde hace horas y en Barbuda la tormenta arrasó el tejado de la estación de policía obligando a los agentes a refugiarse en la de bomberos.
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