
La Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) decidió castigar a directivos de la Primera División que tomaron la decisión de separarse de dicho ente rector del fútbol de El Salvador.
La comisión de la Fesfut dejó sin actividad por más de un año a Lisandro Pohl, expresidente de la Liga Pepsi y a Roberto Campos, dirigente de Isidro Metapán, por el mismo tiempo, quienes fueron castigos al tratar de hacer una liga independiente.
Por otra parte, Eliseo Juárez, gerente de la Primera División también fue sancionado, pero por 6 meses, debido a que acompañó la idea de los dirigentes antes mencionados.
Asimismo, el presidente de club deportivo FAS, Guillermo Morán, y el representante de Sonsonate, Carlos Villagrán, fueron dejados sin realizar ninguna actividad relacionada al balompié nacional por 3 meses.
Dichas sanciones surgieron debido al problema entre la Primera División de Fútbol de El Salvador y la Comisión Disciplinaria de la Fesfut, en donde, en un principio 11 equipos de la Liga Mayor de Fútbol apoyaron la idea de crear una liga independiente o autónoma, exigiendo además que los miembros de dicha Comisión renunciaran a su cargo.
La idea de una liga “independiente” no se pudo concretar después de que cinco equipos de los 11 que en un principio siguieron apoyando la postura, decidieron dar un paso atrás y apoyar al Águila (único equipo que no tomó la postura), por miedo a tener consecuencias por parte de las autoridades del fútbol mundial en este caso la FIFA.
A raíz de esta circunstancia en su momento la Selección Nacional de nuestro país se vio afectada, ya que la Fesfut decidió no convocar a jugadores de los equipos que se habían separado de la Liga, por lo que se tuvo que hacer una convocatoria improvisada con jugadores legionarios. Días después, los equipos decidieron volver a asociarse con la Fesfut y la incertidumbre se solucionó.
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