Como una amarga victoria, así podría ser catalogado, que después de un año y cinco meses de haber desaparecido, los restos mortales de Albert Antony Grande Benítez, de 24 años, fueran enterrados ayer en un cementerio del municipio de Apopa, San Salvador.

El 30 de julio de 2016, en Zaragoza, La Libertad, Antony Grande, quien laboraba para una compañía distribuidora de cable fue raptado por presuntos pandilleros, junto al vehículo que la empresa le había designado cuando se encontraba atendiendo una reparación de un cliente en el municipio de Zaragoza, La Libertad.

El mismo día de su secuestro, uno de los criminales que rapto al joven llamó a la compañía para la que este trabajaba y les exigió un pago de 2 mil dólares por la liberación de su empleado y la entrega del vehículo con el que este llegó al lugar donde fue secuestrado.

Al día siguiente la madre del joven fue e la empresa donde su hijo trabajaba y le notificaron sobre lo sucedido, luego de ello su familia del Antony Grande se acerco a la delegación de la Policía Nacional Civil (PNC), quienes le manifestaron que era necesario esperar 24 horas para comenzar con la búsqueda.

Al no tener respuestas de la policía de dicha delegación la madre y el padre del Albert Antony acudieron a la delegación centro de San Salvador, donde División Central de Investigaciones (DCI) se hizo cargo del caso.

A pesar de que la empresa acepto dar el pago por el rescate de Antony Grande, los pandilleros no accedieron a liberar al joven ni a recoger el dinero.

Fue en el mes de enero que el Instituto de Medicina Legal (IML) encontró los restos del joven en una fosa clandestina.Las autoridades notificaron a la familia, quienes reconocieron los restos del joven secuestrado.

Los restos que fueron sometidos en una prueba de ADN fueron entregado varios meses después debido a una confusión a la hora de exhumar el cuerpo según informó el padre de la víctima, quien a pesar de la tristeza y el dolor dio gracias a Dios por encontrar la osamenta de su hijo.

La tarde de ayer jueves 13 de diciembre, los restos del joven fueron enterrados en el cementerio general de Apopa, de donde es originaria su familia.