
La Casa Blanca propuso este jueves al Congreso una reforma migratoria que permitiría legalizar a 1,8 millones de inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos (EE.UU) de niños, conocidos como “Dreamers”, a cambio de 25.000 millones de dólares para reforzar la seguridad fronteriza.
Medios locales notificaron los planes de la Casa Blanca para permitir acceder a la ciudadanía estadounidense a 1,8 millones de Dreamers una cifra mayor a los 690.000 actualmente protegidos por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que acaba en marzo por orden del presidente, Donald Trump.
Según estas fuentes, la cifra de 1,8 millones de inmigrantes indocumentados incluye a aquellos que se beneficiaron del programa DACA y también a los jóvenes que llegaron a EE.UU de niños pero no pudieron acogerse a ese plan por diferentes razones.
Para acceder a DACA, esos jóvenes tuvieron que probar que habían llegado a EEUU antes de los 16 años y que tenían menos de 31 años en 2012, cuando el anterior presidente, Barack Obama, aprobó el programa.
Debido a esas restricciones de edad, cientos de miles de jóvenes no pudieron acceder a DACA aunque cumplían con los otros requisitos: no tener antecedentes penales y haber cursado o estar cursando estudios de educación secundaria o estudios superiores en la universidad.
Esos jóvenes que fueron excluidos de DACA también forman parte de la propuesta que la Casa Blanca ha enviado al Congreso, explicaron las fuentes.
En declaraciones a periodistas en la Casa Blanca, Trump ya afirmó ayer estar dispuesto a apoyar una vía a la ciudadanía para los Dreamers, un asunto conflicto dentro de su partido, pues algunos republicanos considerarían ese gesto como una “amnistía”.
Ahora el Congreso deberá estudiar las propuestas del presidente y tratar de incluirlas en una ley migratoria.
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