
“Prepárate chele que nosotros si te vamos a disparar”, fue uno de los testimonios claves que logró la condena de Cuatro miembros de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES), quienes dispararon y golpearon a una víctima hasta dejarla en coma por ocho días.
Los imputados fueron identificados como José David Paiz Aguilar, de 20 años de edad, William Alberto Quintanilla Jacinto, de 29 años, Luis Antonio Vásquez Saldaña, de 22 y José Elías Rodriguez Santos, de 23 años; todos destacados en la 4° Brigada de Infantería, con sede en El Paraíso, Departamento de Chalatenango.
Según el reporte fiscal, los hechos sucedieron en la quebrada Los Mangos, a unos 50 metros de una bóveda, ubicada sobre la Carretera Troncal del Norte, en el caserío Los Mangos, del cantón Concepción, Municipio de Tejutla, el 8 febrero de 2017.
De acuerdo con el ralato de los hechos, todo sucedió cuando la víctima, se encontraba realizando horas sociales impuestas por un Juzgado del Municipio de Tejutla, en el Instituto Nacional de esa jurisdicción.
Mientras se encontraba almorzando en el interior del Instituto, llegaron tres soldados y le dijeron que le iban hacer un registro preventivo, manifestando la víctima que se encontraba comiendo, y que además estaba realizando trabajo social.
Los soldados llamaron a un Policía, que se encontraba en las cercanías y este se acercó y le dijo “prepárate chele que nosotros si te vamos a disparar”; pero como los alumnos se dieron cuenta le comenzaron a gritar al policía diciéndole que lo dejaran ya que él estaba trabajando, por lo que se retiraron del lugar.
Cuando la víctima, salió del Instituto para a abordar el autobús, se encontró con los soldados y el Policía, y al verlo le dijeron que le harían un registro, lo registraron pero no le encontraron nada, por lo que lo dejaron tomar la unidad de trasporte que lo llevaría a su casa.
Cuando se conducía a bordo del autobús, otros cuatro soldados, los que le hicieron parada y se subieron; más adelante un carro patrulla le hace parada al bus, la víctima al acordarse lo que el policía le había dicho en el Instituto, que le iba a disparar.
Por temor la víctima se lanzó por la ventana y salió corriendo, y los soldados que iban en el autobús lo siguieron, y le disparan impactando dos proyectiles en el hombro izquierdo, acto seguido la victima cae al suelo y los imputados proceden a dispararle en el estómago, mientras que también le arrojaban patadas hasta dejarlo inconsciente.
En su declaración la víctima asegura que no recuerda haber sido trasladado al hospital, despertando ocho días después en el Hospital Rosales de la ciudad de San Salvador.
Luego que el ministerio público comprobara la participación de los miembro de la institución castrense, un juzgado de la ciudad de Chalatenango condenó a lo militares a pagar con diez años de prisión este crimen.
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