La Policía Nacional Civil (PNC) notificó que se sospecha que familiares del miembro del Grupo de Reacción Policial (GRP) Juan José Castillo Arévalo acusado de desparecer a la agente Carla Ayala habría sepultado el cuerpo de esta en el cementerio del municipio de San Francisco Javier, en el departamento de Usulután.

Este día el director de la corporación policial, Howard Cotto, durante una conferencia de prensa manifestó que existe una fuerte sospecha que el cuerpo de la agente desparecida fue enterrado por los familiares de Castillo Arévalo en el cementerio de San Francisco Javier.

Según el jefe policial, la sospecha nace luego que familiares del agente del GRP, quien se encuentra prófugo de la justicia, enterraran a un supuesto familiar en dicho campo santo. Sin embargo durante ese evento no hubo ningún tipo de acto fúnebre, al igual que luego de ello, estos abandonaran una vivienda del municipio de Soyapango, al oriente de San Salvador.

“El teléfono de la agente salió de San Salvador, se detuvo en Olocuilta y siguió hasta la zona a de Jiquilísco, Usulután”, dice Fiscal.

Cotto también detalló que los familiares habrían utilizada el acta de defunción emitida por un médico del municipio de Soyapango, quien admitió que jamas vio el cuerpo sin vida de la personal para la cual emitido dicho documento.

Según documentos, el entierro realizado por los familiares de Castillo Arévalo se llevó a cabo el 31 de diciembre del año pasado, tres días después que se dieran la desaparición de Carla Ayala durante una fiesta de fin de año amenizada por el extinto GRP.

El jefe policial confirmó que el ministerio público se encuentran gestionando ante un juzgado la exhumación legal del cuerpo que se presume pertenecería al de la agente desparecida desde el 28 de diciembre del 2017.

La policía se encuentra custodiando desde el viernes pasado el campo santo para evitar que pueda ser extraído el cuerpo.