Tras pasar doce años en prisión, Guillermo Antonio García Bernabé pasó de estar recluido en una celda a amparar los derechos de los salvadoreños como jurídico de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH).

Antonio García fue encontrado culpable del asesinato de José Douglas Martínez Portillo, ocurrido el 11 de marzo de 1994 en la plaza Gerardo Barrios, en el centro de la ciudad de San Salvador.

Tras el hecho, García Bernabé fue condenado a 10 años de prisión por el homicidio doloso de Martínez Portillo, ademas se le imputó 2 años y 6 meses por el delito de robo agravado, delito del cual se le redujeron a dos años.

Luego de pasar más de una década de su vida en prisión, Bernabé pudo seguir sus estudios hasta graduar de la carrera de Derecho. Luego de ello logró ser contratado como motorista de la PDDH, hasta que en el mandato del exprocurador David Morales fue ascendido de motorista a colaborador del área legal de la institución y posteriormente a colaborador jurídico.

Tras unirse al movimiento sindical de trabajadores de la PDDH, conocido como “Seprodehes”, el exconvicto pasó a ser uno de los actuales lideres sindicales.

García Bernabé actualmente se encuentra liderando dicho sindicato en donde los últimos días ha llevado a cabo una serie de protesta en contra de la actual administración de la procuradora Raquel Caballero.