
Un tribunal de apelación brasileño denegó el lunes los recursos del expresidente Lula contra una condena a más de 12 años de cárcel, pero el exmandatario no podrá ser detenido en espera de una decisión de la corte suprema.
El fallo, aparte de dejar a Luiz Inácio Lula da Silva más cerca de la cárcel, descalifica en principio sus aspiraciones de presentarse a las elecciones de octubre, para las cuales es favorito, aunque la última palabra al respecto la tendrá la justicia electoral, que analizará las candidaturas en agosto.
La resolución fue adoptado por unanimidad de los tres magistrados del Tribunal Regional Federal N°4 (TRF4), con sede en Porto Alegre, que en enero confirmó la sentencia de primera instancia y elevó la pena a 12 años y un mes de cárcel, por corrupción pasiva y lavado de dinero.
Los recursos se referían a presuntas “omisiones”, “contradicciones” o “puntos oscuros” detectados por la defensa en las consideraciones de los jueces. La jurisprudencia actual autoriza el encarcelamiento de los acusados que agotan los recursos de segunda instancia.
Pero el Supremo Tribunal Federal (STF) garantizó que Lula no sería detenido al menos hasta el 4 de abril, cuando el máximo tribunal reanude los debates sobre un “habeas corpus” que autorice al exmandatario (2003-2010) a apelar en libertad ante el Supremo Tribunal de Justicia (STJ).
El fallo del lunes frustraría además las pretensiones de Lula de volver al poder, ya que la ley electoral determina que las personas condenadas en firme en segunda instancia no pueden presentarse a cargos electivos.
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