
El secretario estadounidense, Mike Pompeo, y la embajadora de Estados Unidos (EE.UU) ante la Organizaciones de las Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley, anunciaron este martes la salida de su país del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, órgano duramente criticado por el presidente Donald Trump.
“Tomamos este paso porque nuestro compromiso no nos permite seguir siendo parte de una organización hipócrita y centrada en sí misma que hace una burla de los derechos humanos”, aseguró Haley a una cadena internacional de noticias.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, afirmó que “no dudamos que su creación fue con buena fe, pero tenemos que ser honestos: el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es un pobre defensor de los derechos humanos”.
Haley amenazó durante 2017 con retirar a su país del Consejo con sede en Ginebra, por lo que considera un sesgo en lo relativo a Israel y a la decisión de aceptar como miembros a países que, según Washington, tienen un historial deficiente en materia de derechos humanos.
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El anuncio supone un paso más en la tendencia del Gobierno de Trump a retirarse de foros y acuerdos internacionales, después de su salida de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el acuerdo nuclear con Irán y el acuerdo de París sobre el clima.
Activistas de derechos humanos temen que una retirada de EE.UU. afecte a los fondos del Consejo, dado que Washington hace aportaciones para que sus mecanismos de investigación puedan operar.
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