Policía brinda seguridad a familia de un cabecilla para evitar que sean asesinados por la pandilla

Nacionales miércoles 18 de julio 2018, 9:21 AM

Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) se encuentran brindado custodia a la familia de un cabecilla de la Mara Salvatrucha (MS) apodado “El Cucharita”.

De acuerdo con la investigación del periodista Jorge Beltrán el cabecilla se entregó a las autoridades el mismo día en que la pandilla tenía planeado asesinarlo por no lograr reclutar a su dos primos y no asesinar al padre de estos; es decir a su tío materno.

El Cucharita había obtenido el puesto de cabecilla, luego que “El Thunder” –un cabecilla de la MS– fuera capturado por la policía en un enfrentamiento armado en la ciudad de San Miguel.

Tras la captura del cabecilla, el Cucharita heredó las obligaciones y privilegios del Thunder, entre ellos una adolescente rubia de ojos verde, de 13 años de edad, a la cual el Thunder había obligado convertirse en su mujer.

Sin embargo, luego que el Thunder fuera detenido, la joven inició una relación con otro adolescente que no estaba vinculado a la pandilla. Motivo por el cual el Cucharita decidió asesinarla a balazos.

Según la investigación del periodista, en esa ocasión, dos grupos de policías se encontraban cerca de donde fue asesinada la joven, y al escuchar las detonaciones de arma de fuego se movilizaron al lugar.

Las agentes lograron sorprender a un grupo de pandilleros que intentaba huir por una quebrada, al notar la presencia de los uniformados, los antisociales atacaron a balazos a los agentes, lo cual derivo en un enfrentamiento armado donde la policía capturó a un pandillero alias Window.

Tras ser capturado, Windiw reveló que fue el Cucharita, quein había ejecutado a la “joven de ojos verde”.

A raíz del asesinato de la joven, otros cabecillas de la pandilla ordenaron que Cucharita fuera vapuleado hasta morir y que lo enterraran en uno de los cementerios clandestinos de la pandilla.

A finales de mayo, Cucharita recibió una llamada de un pandillero apodado “El Callado”; un cabecilla de la pandilla, el cual le ordenó que se movilizara a la montaña donde habían instalado un campamento y que llevara las municiones que tenia.

El Cucharita le informó sobre la orden a “El Turca”, un primo que también es pandillero, el cabecilla decidió no seguir con la orden y apagó su teléfono celular para evitar ser contactado por el Callado.

Luego de unos minutos El Callado llamó al Turca y le preguntó si su primo ya había salido con el mandado. El pandillero le dijo que Cucharita ya había salido y que estaba por llegar. En esa llamada el cabecilla le ordenó al Turca llegar al campamento.

Tanto Cucharita y el Turca desobedecieron a la orden y optaron mejor entregarse a la policía. Ese mismo día la pandilla envió un mensaje a los desertores que matarían a toda su familia.

Tras ser puesto bajo las rejas, Chucharita decidió colaborar con la policía revelando la ubicación de dos cementerios clandestinos, en los cuales se encontraron al menos nueve cadáveres de víctimas de la pandilla, en su mayoría miembros de otras pandillas.

A raíz de las amenazas en contra de la familia del cabecilla, la policía valoró la colaboración de este y otorgó protección a la familia de Cucharita, sin embargo esta solo era para el domicilio donde estos habitaban.

El lunes 25 de junio la madre del cabecilla, Elvira Cruz Iglesias, fue asesinada cuando regresaba de San Miguel, de dejarle comida en una sede policial, y a la vez de dejar pagada la alimentación que le darían en la siguiente semana.

Testigos del hecho aseguraron que quien mató a la madre del Cucharita fue un recocido pandillero alias el “Negro Frank”. Los pandillero interceptaron a la madre del cabecilla cuando regresaba a su casa, ya que la vivienda de la mujer es custodiada por varios agentes policiales.

En el domicilio, ubicado en el cantón El Chorizo del municipio de Moncagua, permanecen custodiados el padre del Cucharita, dos mujeres jóvenes, un tío con su mujer y dos hijos, quienes no pueden salir de la casa.

“Nos han mandado a decir que solo esperan que la Policía nos descuide 10 minutos para venir a matarnos a todos”, dice uno de los dos hombres mayores.

El padre y el tío del pandillero trabajan como obreros textiles en la fábrica de tejidos de henequén. El resto de la familia realiza labores agrícolas.

Los abuelos del Cucharita optaron por abandonar su vivienda ubicada en el cantón El Platanar, de ese municipio. Estos no asistieron al Funeral de la madre del cabecilla por temor a que los pandilleros les hicieran daño.

Según reveló una fuente policial al investigador, la madre del cabecilla le prepara alimentos a él y a sus compañeros pandilleros. Incluso estos les llevaban alimentos para que ella se los preparara.

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