
Un joven australiano, por medio de su cuenta oficial de Facebook, denunció que un amigo fue trasladado de emergencia hacia un hospital por haberse comido una fresa con una aguja en estado de Queensland.
Según la denuncia, la fresa que se comió el joven no era la única que estaba alterada, ya que al revisar el resto de las fresas se comprobó que en otra también había una aguja de coser.
Autoridades que ya fueron alertadas empezaron a investigar el caso. Después, incidentes similares fueron registrados en los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur.
La Policía afirma que las agujas fueron colocadas deliberadamente y sospechan que el responsable de este hecho es un exempleado del sureste de Queensland.
Sin embargo, autoridades del estado australiano de Queensland ofrecen una recompensa de 100.000 dólares australianos (70.000 dólares estadounidenses) a los que brinden información que permita capturar a quienes están colocando agujas en fresas.
Por su parte, la directora de Salud de Queensland, Jeannette Young, recomendó a los consumidores que corten las fresas antes de comerlas.
El hallazgo de agujas en fresas, de al menos seis productores australianos, y las frutas de algunas de las marcas afectadas fueron retiradas de la venta.
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