Una nueva caravana salió anoche, bajo la lluvia que caía en Honduras hacia el mismo destino, Estados Unidos.

Esta nueva caravana salió a pesar que Estados Unidos ha pedido a los hondureños que no pierdan su tiempo y dinero en un viaje destinado a fracasar.

A eso de las 9 de la noche salieron los migrantes, bajo una intensa lluvia que caía sobre honduras y con algunos bebés en brazos y niños.

La mayoría cargaba bolsos en sus espaldas y, en medio de la oscuridad, una bandera de Honduras también se podía ver avanzando.

El grupo de aproximadamente 500 migrantes, de diferentes edad, salió de San Pedro Sula con el objetivo de llegar a Estados Unidos para poder trabajar y mantener a su familia.

Su plan es pasar por Guatemala y México, como lo hizo la previa movilización de inmigrantes hondureños y que como ellos dicen huir de la violencia, la pobreza y el desempleo en su país.

El gobierno de Juan Orlando Hernández les ha advertido sobre los riesgos de la travesía y pedido que desistan de sus intenciones de llegar a la frontera entre México y Estados Unidos, donde las autoridades estadounidenses evitarán que pasen. Pero todo ha sido en vano.