
El centro escolar Cantón Calderas ubicado en el municipio de Apastepeque en el departamento de San Vicente sufrió un hurto por parte de delincuentes.
Primeras investigaciones señalan que los delincuentes rompieron la duralita, luego con sierras cortaron la protección de barrotes, quebraron los cielos falsos y luego entraron a la dirección del centro escolar.
Al entrar los delincuentes se llevaron tres computadoras portátiles, instrumentos musicales, una grabadora minicomponente, un bafle de sonido, etc. En la oficina había una alcancía la cual fue quebrada y el dinero robado.
Ademas, según las autoridades de la institución, la bodega fue saqueada y los candados forzados. Dentro de la bodega se guardaba frijol, arroz, leche y otros víveres con los que se les preparan los alimentos a los alumnos.
“Fue impresionante hallar todo abierto, desordenado. Yo lo que hice fue definir que nada se tocara, avisar a la policía para que llegaran a hacer la inspección. Las clases las suspendimos también. Nos han dejado sin nada”, manifestó la maestra a La Prensa Gráfica.
Para poder salir con todo lo hurtado, los delincuentes forzaron la puerta principal de la institución que tenia doble llave.
“Nos han dejado sin nada”, manifestó la maestra. Ademas, manifiesta que lo primero que hizo fue no dejar entrar a nadie mas al lugar y llamar a la Policia Nacional Civil (PNC) para que estos hicieran la inspección.
Las clases fueron suspendidas, al centro escolar asisten 180 alumnos de parvularia a noveno grado.
La PNC ya se encuentra realizando las primeras investigaciones, y aun no tienen definido si fue un acto de delincuencia común o si pandilleros del sector están involucrados.
Delincuentes abrieron el techo y forzaron puertas del Centro Escolar Cantón Calderas, de Apastepeque, #SanVicente, y se llevaron computadoras, instrumentos musicales y hasta los alimentos que preparaban a alumnos de parvaluria a 9º grado. Directora dijo que "no les dejaron nada". pic.twitter.com/dcS2GDQFT8
— LPGDepartamentos (@LPGDptos) July 8, 2019
Fotos e investigación de Mirna Velásquez / La Prensa Gráfica.
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