
Ronaldinho, de 39 años, llegó a Paraguay este miércoles por la mañana con el objetivo de participar de una campaña impulsada por una fundación que brinda asistencia médica para niñas y niños en situación de pobreza. Fue recibido por una multitud en el aeropuerto Silvio Petirossi, que lo ovacionó por su trayectoria como futbolista, en la que se destacó en Gremio, PSG, Barcelona, Milan y la selección brasileña, entre otras camisetas. Sin embargo, por la noche resultó detenido por las autoridades del país acusado de haber ingresado con un documento adulterado.
El ex enlace pasó migraciones con la documentación observada, pero en horas de la noche fue allanada la suite presidencial del Yacht y Golf Club de Paraguay, donde se alojaba junto a su hermano. Allí encontraron el pasaporte de la polémica. Los fiscales Alicia Sapriza, Manuel Doldan y Federico Delfino son los intervinientes en la causa.
“El señor Ronaldinho tiene pasaporte falso y ese es un delito, por eso se ha ordenado su detención”, advirtió Euclides Acevedo, ministro del interior de Paraguay, en diálogo con la emisora local AM 1080. “Respeto la popularidad deportiva, pero se debe respetar el estado de derecho, sea quien fuere, se debe aplicar la Ley”, agregó. Además, amonestó a las autoridades de migraciones por haber permitido el acceso del astro con dicho pasaporte.
“La información que tenemos es que hace un mes él solicitó la documentación y que es falsa la que ahora tiene. Hasta el momento no tengo la información de dónde guardará reclusión. El procedimiento está en curso”, aportó Acevedo. El Ministerio Público convocó a conferencia de prensa para este jueves a las 8, hora local, para ampliar la información.
No es la primera vez que Ronaldinho tiene problemas con la Justicia en el último tiempo. En 2015, Ronaldinho y su hermano Roberto de Assis Moreira fueron condenados por la construcción de una plataforma de pesca y una estructura para atracar barcos en el lago Guaíba, en Porto Alegre, capital del estado de Río Grande do Sul. La región es considerada un área de preservación ambiental y ellos no tenían licencia cuando construyeron la plataforma, de acuerdo con un comunicado del la Justicia de Río Grande do Sul. En la sentencia fue determinado el pago de una multa de 8,5 millones de reales (unos 2,3 millones de dólares).
En 2018, la Fiscalía ya había intervenido sus cuentas bancarias, pero había encontrado apenas 24,63 reales (USD 6,61). Luego, en enero, se le bloqueó el pasaporte para que no pueda salir de Brasil, problema que resolvió previo pago de las deudas y acuerdo con la Justicia.
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