
El Gobierno interino de Bolivia inició una investigación sobre un acto de corrupción desatado tras la sobrevalorada adquisición de 170 ventiladores a una empresa española, para atender a pacientes graves a causa de COVID-19.
La millonaria compra ha concluido hasta este miércoles con la detención del Ministro de Salud, Marcelo Navaja, quien estaba como responsable de la política sanitaria del Gobierno interino. Hasta ayer, Navaja había descartado la existencia de irregularidades en la adquisición de dichos ventiladores.
Junto al Ministro de Salud fueron detenidos también dos consultores de la institución que financió la operación, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quienes inicialmente habían dado el respaldo de esta compra para hacer frente al COVID-19.
La prensa boliviana ha determinado que cada uno de los ventiladores producidos por la empresa catalana GPA Innova tiene un precio de fábrica de 7.194 dólares, pero el Gobierno interino pagó más de 4.7 millones de dólares por 170 maquinas, es decir, 28.000 dólares por cada uno.
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