Científicos han identificado en un reciente estudio diferencias entre un brote al norte de China y el inicial registrado en Wuhan a finales del año pasado, lo que despierta preocupación ya que el patógeno podría estar cambiando hacia formas aún no exploradas.

Según dijo el martes Qiu Haibo, uno de los principales médicos de cuidados críticos de China en televisión estatal, los pacientes de este nuevo brote en las provincias de Jilin y Heilongjiang parecen portar el virus durante un período de tiempo más largo y tardan más en dar negativo, a diferencia del virus detectado en Wuhan.

Explicaron que los pacientes en el noreste también parecen estar tardando más de una o dos semanas, que las observadas en Wuhan, para desarrollar síntomas después de la infección, lo cual dificulta más detectar los casos antes de su propagación.

Los científicos aún no están seguros si el virus está cambiando de manera significativa y si las diferencias que están viendo podrían deberse a que ahora observan a los pacientes más a fondo y más temprano.

Tras el levantamiento paulatino del confinamiento en ciudades chinas se han registrado nuevos brotes, obligándolos a volver a la cuarentena, por lo que China ahora está tomando medidas más duras para contener la propagación.