
Autoridades de la región de la región de Gutersloh, en Renania del Norte-Westfalia (oeste de Alemania), ordenaron este miércoles el cierre de todas las escuelas y guarderías después de un nuevo rebrote de COVID-19.
La semana pasada el primer caso de COVID-19 se detectó en uno de los empleados del matadero más grande de Alemania, donde ahora han resultado unos 650 casos de COVID-19, según los resultados de las pruebas PCR realizadas a cientos de trabajadores.
El Instituto Robert Koch (RKI), encargado de supervisar la pandemia, valora estos brotes sin dramatismo y asegura que las estadísticas “no implican un rebrote de la pandemia en el país“.
A principios de mayo, las autoridades sanitarias detectaron en un matadero del estado federado de Schleswig-Holstein 130 casos positivos entre los trabajadores y sus familiares, mientras que en otro matadero de Baden-Württemberg se detectaron 450 casos en unas instalaciones con 1.100 trabajadores.
Autoridades de Sanidad pidió el mes pasado a sus colegas regionales que elaboren un protocolo específico para los mataderos para evitar nuevos focos y crear seguridad en la cadena alimenticia.
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