
Luego de un año de usar obligatoriamente mascarilla para prevenir contagios de COVID-19, los israelíes salen finalmente a las calles sin la protección como una símbolo de una primera “victoria” contra el coronavirus en el país.
Ahora dejó de ser necesario portar la mascarilla en espacios abiertos, aunque continúa siendo obligatoria dentro del transporte público o sitios cerrados.
El país pudo dar este importante paso el jueves por la noche luego de una intensa campaña de vacunación, que fue facilitada por un acuerdo firmado entre el estado y el gigante farmacéutico Pfizer.
Desde diciembre el 53% de la población ha recibido las dos dosis de la vacuna, es decir, el 80% de la población mayor de 20 años, según datos oficiales.
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